viernes, 9 de octubre de 2009

Corderos con piel de lobo


Había oído hablar de lobos con piel de cordero y constato la existencia de corderos con piel de lobo.
Ayer llegó la noticia que en el zoo de Gaza (no imaginé que en un contexto así alguien se preocupase de mantener un zoo) habían pintados a varios jumentos para que tuviesen aspecto de cebra y así, los niños del lugar, se hiciesen una idea de cómo son. Como ya es sabido, el problema es que en Gaza no puede entrar nada. Si no entra la ayuda humanitaria como para hacer hueco a unas cebritas para los niños. Curioso.
El problema se planteará cuando muera el oso. Cualquiera es el bonito que mete a un oso por los túneles de Rafah.

6 comentarios:

marisa bop dijo...

Parece una noticia simpática pero a mí me parece muy dura. ¿Hasta cuando? Y más me lo pregunto ahora que acaban de dar el Nobel a Obama.

Irreverens dijo...

Pues sí, a mí se me ha torcido el gesto antes de esbozar lo que parecía una sonrisa...
;(

¡Ay! Ojalá que Obama tenga realmente toda esa influencia y ese magnetismo que han premiado.

marisa bop dijo...

Malo que los ídolos resulten tan falsos como las cebras dde Gaza.
Un besito, Irre, y buen superfindesemana.

Wen dijo...

Pues a mí que le den el Nobel a Obama me parece ya el colmo vamos....
He visto la foto de las no cebras esta mañana en el periódico, pero no he llegado a leer la noticia... Si las personas andan así en Gaza, prefiero no saber en qué condiciones andan los pobres bichos... ( Lo de pintarlas ,por cierto, me parece una gilipollez como la copa de un pino, valiente estupidez )

Jorge Arbenz dijo...

Es una noticia brutal, pero también llena de belleza. En otro foro he comentado lo mucho que me había conmovido al leerla y, la verdad, es que no había pensado en las condiciones de vida de los pobres animales.
Saludos muy cordiales y un beso grande***

marisa bop dijo...

Los animales en este caso pero... los orfanatos, los enfermos crónicos, los más pobres de los pobres, ancianos... (víctimas ya hasta en países en paz).
Tenéis razón los dos. Puede parecer una gilipollez (y hasta una brutalidad) pero tiene un poso de guiño ante la adversidad.
Un beso, Wen.
Un beso, Jorge (y pronto al natural ¿no?).