jueves, 29 de enero de 2009

A vueltas con el tiempo

Yo trato de medir la distancia entre dos olas. ¿O será el tiempo lo que las separa? ¿No la distancia? Contestar esta pregunta resolvería mi propio misterio.


Es parte del comienzo de mi última lectura La voluntad y la fortuna de mi idolatrado Carlos Fuentes.


Yo siempre he tenido un conflicto con el tiempo y su medida. Un profesor del bachiller me dijo que quizá me agobiaba tanto que prefería negar la existencia de la dimensión temporal. Puede que sea cierto. El caso es que si tengo un amante en Sevilla y otro en Teruel ¿a cuál de los dos estoy más cercana? Fundamentalmente depederá del medio de transporte que utilicen, de las ganas que tengan del encuentro, de los hechos fortuitos que puedan ocurrir en el camino... La medida del tiempo no la puede marcar un simple reloj. En nuestra existencia colectiva detectamos fácilmente ciclos, por ejemplo, los económicos, en los que los procesos tienen estructuras "redondas". También hablamos de "espirales de violencia" (para ello recomiendo Before the rain sobre el eterno retorno de la guerra en los Balcanes). En mi desarrollo vital individual también he detectado ciertas tendencias a "retornos" que me hacen pensar en que mi vida no es una mera línea recta.


En fin, que sin llegar a ninguna conclusión (tampoco es mi objetivo) ahí queda, al menos, la recomendación lectora.


viernes, 23 de enero de 2009

Y la cuarta pata habló


No pude ir el sábado pero el miércoles hice lo imposible por no perderme la presentación de Blogs de papel (1). Fue una presentación sencilla y sé que era muy importante para los involucrados en este fabuloso proyecto al que yo me he pegado. Mi curiosidad era infinita por ver la cara de todos aquellos que nos han puesto nuestra disposición sus meditaciones en letra impresa. (Por cierto, gracias a todos lo que de una manera u otra me han hecho saber que les ha gustado cómo ha quedado el libro).

Coincidí sólo con seis de los autores: Estilografic, Simpulso, Lauraconchocolate, La interrogación, Carlos Añejo y Olvidado. ¡Qué distintos! ¡Qué interesantes todos! Como sus relatos. Me quedé con ganas de conocerlos un poco más pero la experiencia fue estupenda. Mención a Belén que, aunque no estaba allí, para mí también tiene cara y es tan guapa como el resto.

La presentación de Juan Cruz fue mucho mejor de lo que yo esperaba. Habló con cariño y yo creo que no actuó. Habló de lo que tenía que hablar y era el nexo de unión entre todos lo que estábamos allí (de cuerpo presente o pegados a sus ordenadores), EL AMOR A LA LETRA IMPRESA, el amor hacia la LITERATURA como expresión de nuestras vidas, tanto del que escribe como del que lee (este es mi caso).

Otro éxito más para los Editores Policarbonados. Gracias de nuevo.

A raíz de todo esto de la blogosfera he llegado a una conclusión: me da vergüenza que me lean los que me conocen y me da vergüenza conocer a los que leo. Menos mal que una ya va teniendo su edad y empieza a superar ciertas situaciones. Sobre todo cuando el esfuerzo tiene recompensa.