miércoles, 15 de octubre de 2008

El abrazo

Nadie podría explicarlo.
Yo tampoco pero cuando me abrazas:
el reloj me guiña un ojo,
el calor me invade alma,
la sombra se ilumina,
tú me iluminas,
mis fuerzas se concentran,
las lágrimas se evaporan,
mi piel se licúa,
mi mirada se solidifica.

Nadie podría explicarlo.
Yo tampoco.

3 comentarios:

Jove Kovic dijo...

Si quieres unos kleenex para las babitas...
Nadie puede explicar según qué cosas, es muy cierto. Besos.

marisa bop dijo...

Así es. El "muso" del post es Pedro. Todavía no tiene dos años y es impresionante su manera de demostrar los afectos. Es cierto que en casa trabajamos mucho en este terreno y él se muestra como alumno aventajado. La verdad que entre sus babas y las mías más que pañuelos necesitamos fregonas.
Besos y un superabrazo.

Mariano Zurdo dijo...

Es que Pedrito es la caña, y eso que hace mucho que no le veo, pero sólo hace falta verte cuando hablas de tus dos enanos.
Me abrazo yo también, con tu permiso.
Besitos/azos.